1 de Mayo 2025 – Es hora de despertar.

YA SON LAS OCHO.

1 de Mayo 2025. Es hora de ver la transformación de una jornada de lucha, de reivindicación, de fuerza de la clase obrera, en un mero ritual costumbrista, procesional y estabulado. Todo ello, acompañado de un coro de esloganistas sin ganas y cuyas consignas suenan huecas y vacías. Imagen ésta que sería representativa de dónde ha caído el movimiento obrero.

Jugar a la democracia burguesa tiene este final de derrota. Y es lógico. Tantos años de pérdida de derechos, de pactos infumables, de traiciones y juego sucio, hace inviable ser referencia de nada. En lo real esto les queda y viven ya en el sindicalismo de gestión. Un mundo de subvenciones acorde al organigrama de la representación que les permite mantener la estructura económica, prebendas y liberad@s. Su función ha pasado a ser la del mero colchón social. Su status no peligra.

El cómo se ha llegado hasta aquí es bastante obvio, dado el hacer de una izquierda que entendió que la democracia que nos vendían era una panacea, y con el paso del tiempo la convirtió en un fin. De ahí el olvido que en realidad era la legitimación del robo de la riqueza que generamos las trabajadoras y trabajadores, por la burguesía, sus estructuras y élites. Tiempos en los que su acción de pactos claudicantes, por responsabilidad, sentido común de esa cosa de lo posible no han sido nada más que reivindicaciones de mendicidad, tanto en lo político como en lo social, sindical y cultural. Tampoco han entendido que con la caída de las falsas referencias que representaban el capitalismo de estado de la URSS y de China, el sistema capitalista tenía las manos libres. Es decir, recortar y eliminar logros sociales anteriores. El llamado estado del bienestar empezaba a tener los días contados. Así ha venido el pastel de la privatización de lo público, la paulatina desregulación del mercado de trabajo, el empobrecimiento de la clase obrera y la introducción de nuevas formas de esclavismo.

Al mismo tiempo se han ido estableciendo recortes de derechos, de libertades, dejando todo regulado, controlado y estabulado. Los cierres de espacios están ahí. Basta decir que ya tenemos en este país una cámara de vigilancia por cada 50 personas, y que dentro de los centros de trabajo ya están funcionando (Orwell fliparía).

En esta involución para los cierres de espacio, los mediáticos han sido básicos. Chomsky decía hace algunos años que eran los fabricantes de la opinión pública al servicio de la oligarquía. Hoy su involución y degradación siguiente los ha convertido en un lupanar, donde la libertad de expresión aparece como una hetaira a la que violan un día sí y otro también. Ahí está su trabajo de años de falseamiento de la realidad, de lo que se puede decir y cómo, pero sobre todo por sus vacíos y silencios.

A pesar de todo ahí sigue esta llamada izquierda defendiendo el envoltorio y vasija que representan a esta democracia burguesa, porque el contenido llevan tiempo vertiéndolo por los desagües. Una izquierda colaboracionista y básica en el rol de lobotomización de las respuestas a las agresiones del capitalismo. De aquel en la escuela “si un niño te pega, le pegas tu también” hemos pasado al “eso no se hace”, y el delegar en las estructuras de los que te dan. La resultante es la impunidad de l@s que detentan el poder, de una patronal que se asemeja a una estructura mafiosa que no sólo nos roba la plusvalía que la democracia legitima como legal, sino también a los sectores más precarizados lo que les corresponde por su trabajo, y robo también al estado por el impago de las cotizaciones. Un mundo de impunidad para actuaciones de los aparatos represivos del estado. Y qué decir del inframundo del poder judicial. Y qué decir de esa izquierda modosita y silenciosa ante sectores de poder parasitario como es toda la hechicería monoteísta de esta área geográfica y que tan determinante viene siendo en esta involución. Y que decir, etc. etc.

Esto es lo que hay, una llamada izquierda que se ha convertido tanto en lo político como en lo social en una estructura de gestión que conlleva que la lucha ideológica esté perdida. No se puede generar sentimientos de clase obrera ni el sentido de pertenencia, es más, ese hacer refuerza la mentalidad capitalista. En lo real se han convertido en una “empresa” más de gestión, con una cota de mercado en caída libre.

Años funcionando así, mirando el dedo que señala la luna y perdiendo derechos, salarios, condiciones de vida, de acceso a vivienda, sin presente ni futuro para amplias capas de nuevas generaciones, tampoco son ninguna referencia. No tiene que extrañar que esta democracia por tanto no esté entre sus opciones. La vía hacia las estructuras de la no-libertad de los nuevos fascismos está abierta. Este hacer ha traído estos lodos.

Lo único positivo de esta derrota es que los recorridos de libertad, de reparto y gestión de la riqueza no pasa por la democracia burguesa. Tampoco pasa por las vías autoritarias del socialismo, que acaban en capitalismo de estado. Ni pasa por toda forma de delegación que abre el camino a la sumisión y creación de nuevas cadenas. El cambio social no necesita de parásitos que nos mareen y nos hagan perder la brújula.

El paso del tiempo ha demostrado que l@s anarquistas siempre hemos tenido razón, la lucha es por el todo, porque como la riqueza la generamos las trabajadoras y trabajadores, es nuestra. Y sólo la eliminación del sistema capitalista es el camino directo hacia una sociedad de libres e iguales.

ES HORA DE DESPERTAR.

Salud y anarquía.

L@s Nuestr@s, L@s Libres.

OCTAVILLA REPARTIDA DURANTE EL PRIMERO DE MAYO:

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