Estas líneas no las escribirá nunca o con excepciones un licenciado universitario ni un tertuliano televisivo, ni siquiera una persona de prestigio reconocido. Quizás se atreva algún político con el único fin de presentarse a las próximas elecciones como alternativa utilizando discursos o frases como empatía, sinergias, emponderamiento, resilencia transversal, etc. Nada que no te hayan dicho ya con otras palabras hace una década.
En los años ochenta y noventa desde el mundo alternativo se debatía sobre la oportunidad o no de internet. Los defensores veían una oportunidad para la información con otros pueblos y culturas entre diferentes colectivos amigos y familiares. Y los detractores el control que supondría esto para la ciudadanía. Pues bien pasados vente o treinta años los resultados aquí están, tenemos toda información que queramos siempre supervisada por los diferentes gobiernos y multinacionales.
Tanta información que a los diez minutos se nos ha olvidado y ya nos mandan otra a cada persona según su perfil. Por contra les damos nuestra intimidad, saben qué comemos, qué hablamos, quién son nuestras amistades y nuestro perfil político.
El sistema este ultra conservador egoísta y patriarcal, no hace mas que meternos miedo. Dicen que nos estamos cargando el planeta y nos marean con películas, series, fútbol, conciertos y recetas de gastronomía, pero no dicen la verdad. No dan alternativas reales para seguir controlando ellos sus beneficios y privilegios empresariales. El planeta se lo cargan ellos cuando te dicen consume, consume y consume.
Todos sabemos cuáles son los problemas reales de la clase trabajadora de todas las personas: que dependen de la nómina a final de mes, la despoblación de los pueblos, la falta de vivienda, la precariedad laboral, la injusticia de las pensiones bajas, los servicios públicos en pleno deterioro y privatizados etc.
Para todo esto tienes alternativas. Si puedes sal de las ciudades pues son cárceles donde estás controlado por cámaras todo el día, mucha policía, seguros de todo tipo, móviles, el ruido ambiental el estrés, la soledad donde viven muchas personas y la insolidaridad permanente y egoísta. Si por el contrario prefieres la ciudad,las alternativas pueden ser muchísimas. Por poner algún ejemplo:
utilizar lo menos posible las grandes áreas, fomentar y participar en trabajos cooperativos, crear empresas con compañeros de igual a igual, crear grupos de consumo y comprar directamente al productor. También el trueque es muy importante, utilizar las nuevas tecnologías lo justo que no te absorba todo tu tiempo, denunciar los abusos laborales de explotación, fomentar grupos de apoyo mutuo, ampliar tu círculo de amistades, etc. Todo esto es fácil si tu te lo propones.
Los nuevos pensadores nos hablan de nuevas formas para salvar el planeta, que pasan por un
decrecimiento del consumo, de salario social, de fondos de pensiones privados. Todo esto está muy bien pero qué trabajador que le cuesta llegar a final de mes, puede permitirse un fondo de pensiones privado, bajar más su consumo con salarios sociales de mierda, vivir decentemente. Que empiecen ellos, las clases medias altas, los ricos, los de los yates aviones privados los que se pasean por el espacio cuando hay millones de personas que mueren por falta de alimentación y medicinas.
Todo esto lo arreglamos con cultura y educación pero ¿qué cultura y qué educación? La cultura del egoísmo, la educación capitalista donde solo unos pocos llegan a la fama y el resto se tiene que formar hasta los cuarenta años para conseguir un trabajo decente.
Cada cuatro años los pensadores del capital y los partidos políticos te piden tu voto, con la derecha las clases medias y bajas pierden calidad de vida, con la izquierda parlamentaria las reformas son tan lentas y precarias que solo parchean las migajas que el capital les deja, tienes dos alternativas guatemala o guatepeor.
Las tecnologías avanzan a pasos agigantados, la insolidaridad campa por todo el mundo,el sálvese quién pueda es lo más común. Por todo esto tenemos la obligación de cambiar como personas y desmontar el sistema que nos oprime. Formar grupos de apoyo mutuo, núcleos antisistema, cajas de resistencia para contrarrestar la represión es imprescindible si queremos un mundo mejor.
Y recuerda, si todavía votas háztelo mirar.
L@s nuestr@s, l@s libres.