Vuelven cíclicamente las fakenews electorales. Esta vez a lo grande. Son las europeas. Gobiernos convertidos ya en subdelegados de uno de los tres polos capitalistas que surgen tras la caída de la URSS. Se preparan para la guerra. Los diferentes pueblos ante la probabilidad de la misma, serán los figurantes y en la confrontación pondrán los muertos. La OTAN es la bandera de enganche. Curiosamente se creó para combatir a la Unión Soviética y resulta que tras la caída ya no hay enemigo. Sin embargo, su potenciación y extensión es una realidad. La guerra geoestratégica de “baja intensidad” hace años que empezó. La destrucción y desestabilización del norte de África es un buen ejemplo del salto de la misma.
Las élites del capitalismo depredador y genocida están al frente. Lo de Ucrania e Israel nos debería abrir los ojos a lo que viene. Los gobiernos de los países de la CEE han dicho amén a lo que venía del Pentágono. Sus pueblos pagan las materias primas más caras con el consiguiente aumento de la degradación y la pobreza. Pero el Tio Sam ha dicho, y la sumisión es la resultante. Esto es la CEE su pentagonito de Bruselas. Los lobys nazi-sionistas y demás monstruos del poder mandan.
Los situacionistas de Mayo del 68 ya nos advitieron en su “sociedad del espectáculo” de que la democracia era un fraude; Baudrillar con su texto “Cultura y simulacro” ya nos señaló cómo lo real se convierte en una fotografía. Hoy en día ya son fotocopias de las fotocopias. Es por ello que después de 50 años con la degradación de la democracia burguesa en todos estos años es hora de asumir que el ciclo histórico de la misma toca a su fin. Su moral, su ética, sus constituciones, son papel mojado. En definitiva hasta el mantra del llamado “estado del bienestar” que nos vendieron es un fraude intrínseco a las estructuras del estado en marcha. El pillaje a su propio pueblo sigue sin resistencia, porque la izquierda de la no-confrontación en su rol de mendicidad jamás será un referente. Así, mientras no desaparezcan, impedirán la creación del mismo.
Hoy, después de tantos años de lavado de cerebro desde la infancia de “formación de la ciudadanía” y criminalización ante las respuestas de sus agresiones, han conseguido destruir el tejido social asociativo, eliminando todo sentimiento y vinculación de pertenencia de clase. Ha surgido un individualismo suicida que esconde la cabeza ante los problemas comunes, que no va más allá del “sálvese quien pueda”. Ante el futuro tan negro que tenemos, nos colocan el timo del cielo aquí en la tierra, que es representado por el “Soma” de las múltiples loterías.
Y, como anarquistas, no sólo es que veamos que votar a lo largo de los años nos ha supuesto una pérdida de derechos, “libertades” y un retroceso reaccionario, sino que sabemos que toda forma de delegación es la negación de nuestra libertad. Por tanto, que votar supone, y más al parlamento europeo, legitimar la depredación capitalista contra los individuos y los pueblos. Más en estos momentos en los que el voto significa un espaldarazo y un cheque en blanco para que Israel siga con el genocidio del pueblo palestino.
Por la libertad de pensamiento para transformarlo en acción (Gracias, Bakunin).
¡NO VOTES, BÓTALOS!
L@s Nuestr@s, L@s Libres.